La Red Personal de Aprendizaje o PLN (de Personal Learning Network) es la red informal de personas a través de las cuales el aprendiz accede a la información y contrasta y evalúa los conocimientos que es capaz de construir de forma autónoma. Dependiendo de los autores, se subordina o al revés, se pone por encima, del Entorno Personal de Aprendizaje, diferenciando la inclusión o no (también varía según unos u otros enfoques o autores) de las posibilidades que en los últimos años han abierto a este respecto las nuevas tecnologías y las interrelaciones que de ellas derivan.
En este post no vamos a entrar en ese debate, que nos parece poco significativo en este momento, centrándonos en el concepto más general, aquel que se refiere a las redes que utilizamos (personales, materiales o digitales) para mantener activo y en buena forma el aprendizaje constante en entornos más o menos informales.
No es, en ningún caso, un concepto nuevo, pero sí es cierto que en los últimos tiempos se está convirtiendo en una necesidad cada vez más básica con entornos profesionales que cambian a velocidades de vértigo y en un contexto en el que el aprendizaje permanente comienza a ser imprescindible para seguir «conectados».
Pero, más allá del planteamiento profesional genérico, ¿qué aporta un PLN al profesorado? Veamos algunas de sus potencialidades:
- Disponer de un enorme y fantástico fondo de materiales, programaciones, cursos y conferencias.
- Acceder a una red de apoyo profesional que trasciende con mucho nuestro entorno físico y sus posibilidades.
- Seguir, y por tanto acceder a información en tiempo real, a profesionales punteros, blogs o webs significativos o redes sociales con aporte real.
- Hacer contactos internacionales mucho más allá de nuestras posibilidades físicas.
- Publicar y potenciar nuestros propios materiales y constructos profesionales, mejorándolos y puliéndolos con el feedback externo.
- No depender de horarios ni instituciones.
- Poder tener acceso y participar activamente en proyectos internacionales.
- Ampliar horizontes mucho más allá de nuestros centros o localidades.
- Conocer, con lo que ello conlleva, las nuevas tendencias en educación en todo momento, casi en tiempo real.
- Tener acceso siempre a nuevas posibilidades y proyectos para aplicar en nuestras aulas.